La cebolla confitada y la caramelizada no son lo mismo, aunque muchos crean que si, la diferencia está en el azúcar añadido y en la sal, para confitarla solo necesitamos sal y aceite, para caramelizarla aceite y azúcar, en este caso la sal suele suprimirse y algunos hasta le añaden vino dulce.
A mi me gusta más confitada sin azúcar, incluso con un poco más de sal extra, es menos calórica y además hay que tener en cuenta que la cebolla de por si ya tiene, porque los hidratos de carbono se transforman azúcar al cocinarla, pero es un dulzor más natural y menos intenso y no enmascara el sabor real de la cebolla, dependiendo de en que receta quieras usarla puede que dudes entre una u otra.
Ingredientes:
3 Cebollas grandes
2 cucharada de sal
3 cucharadas de aceite
1 hora a fuego mínimo
6 cucharadas de azúcar (opcional, solo para caramelizar)
Paciencia, ésta no es opcional