Salsa de algas al ajillo

Las algas están cada vez más de moda, no hay más que fijarse en la cantidad de recetas que circulan por internet que las incluyen, esta salsa es un invento propio que hice para un bocadillo, el de Bocadillo de pescado con gambas y wakame , pero también es un acompañamiento muy apropiado para cualquier pescado.

Es muy sencilla de preparar con muy pocos ingredientes, el único más especial son las algas, yo las utilicé deshidratadas pero con las frescas resultará igual de bien, seguro.

Ingredientes:

2g de algas wakame deshidratadas

2 dientes de ajo

1 cayena

Jengibre fresco

200ml de aceite de oliva virgen extra

Sal

Preparación:

Bocadillo de pescado con gambas y wakame

Antes de nada aclarar que cuando la preparé aproveché el aceite de las gambas al ajillo para el bocadillo, el sabor de las gambas le da más intensidad a la salsa y quedó muy rica, si la vais a usar para acompañar un pescado podéis hacer lo mismo, es decir aprovechar el aceite con el que cocinéis el pescado, después de colarlo, aunque haciéndola solo con los ingredientes que os indico también sale una salsa buenísima y muy original.

El procedimiento es muy simple, poner las algas en agua fría para hidratarlas, tardarán unos 10 minutos, ponerlas a escurrir en un colador y reservar.

Mientras las hidratamos pelamos los ajos y le quitamos las semillas a la cayena para que piquen menos, y cortamos todo en rodajitas, por otro lado rallamos jengibre fresco, aquí cantidad al gusto de cada uno, si lo usáis en polvo recordar que el sabor es más intenso y hay que usar menos, un truco que seguramente ya conoceréis pero que va muy bien, para pelar el jengibre lo mejor es usar una cuchara, sale la piel de maravilla.

Ponemos el aceite en una sartén a fuego medio bajo y echamos en ella los ajos y la cayena, para que se vayan pochando despacio y no se quemen, cuando estén listos añadimos las algas bien escurridas, cocinamos un par de minutos más y retiramos del fuego.

 

 

 

Volcamos todo en el vaso de la batidora, ponemos el jengibre y una pizca de sal, trituramos a máxima potencia hasta que las algas no se vean, pero si queda algún trocito no es problema, probar y rectificar de sal si fuera necesario.

Calcular que con estás cantidades sale un cuenco de salsa pequeño, en realidad la medida te la da la cantidad de aceite que se usa, si necesitáis más duplicar cantidades y listo.

 

 

 

Comer sano:  esta salsa solo tiene las calorías del aceite, que son de las más sanas que puede haber, teniendo en cuenta que solo tomaremos una o dos cucharaditas realmente es una cantidad mínima.

En cuanto a las algas wakame la información que he encontrado me parece muy interesante, es esta: "entre otros beneficios que te aportará esta mágica alga, está el hecho de ser adelgazante, porque no aporta ningún tipo de grasa al organismo, o la de ser una perfecta forma de combatir la osteoporosis, ya que es muy rica en calcio.

También es altamente remineralizante, por la cantidad de yodo, hierro y potasio, además del ya mencionado calcio. Por otro lado, también es inmunoestimulante, por la gran cantidad de vitaminas y minerales que aporta al organismo, y depurativa."

 

Pues nada ya tenemos una salsa muy rica para disfrutarla y dar sabor a cualquier plato, fría o caliente da igual, dará un toque original y de color que os gustará ver en la mesa.

Buen provecho.