Patatas a la importancia con almejas

Siempre he creído que la patata es la reina de la cocina, hay miles de maneras de prepararla, a cual más rica, y esta es una de mis preferidas, muy adecuada además para Semana Santa.

 

En origen es una receta muy humilde y económica que con el tiempo se ha ido vistiendo de gala, añadiéndole distintos ingredientes, como en este caso las almejas, pero que en épocas de estrechez solo con las patatas, un buen sofrito y un poco de caldo ha alimentado a muchas familias, una de esas comidas tradicionales que no debería caer en el olvido.

Ingredientes para 4 personas:

 

3 patatas grandes

1 puñado de almejas o chirlas (pueden ser congeladas)

1 cebolla

3 ajos

Harina (para celiacos de garbanzos)

2 huevos

1 litro de caldo de pescado, o pastilla de caldo y agua

1 vasito de vino blanco

1 hoja de laurel

1 cayena

Pimienta molida

Perejil picado

Azafrán

Sal

Aceite de oliva virgen extra

 

 

 

 

Preparación:

 

Fumet de pescado 

 

Pelar las patatas y cortarlas en ruedas como de un centímetro más o menos, pasar por harina y huevo y freír en abundante aceite caliente hasta que estén doradas, sacar y dejar escurrir sobre un papel de cocina, reservar.

 

Hay quien cuece las patatas antes de rebozarlas y freírlas, pero corremos el riesgo de que se rompan al manipularlas por estar demasiado blandas, es preferible hacerlas así, ya que luego cocerán en el caldo quedando en su punto pero enteras.

 

 

 

Picar la cebolla, los ajos y el perejil, en la misma sartén pero quitando la mayoría del aceite que hemos usado, pochar la cebolla a fuego medio y cuando empiece a estar blandita añadir el azafrán, la cayena, los ajos, la pimienta, la hoja de laurel y la mitad del perejil, sofreímos un par de minutos y regamos con el caldo de pescado y el vino, subimos el fuego y cuando hierva lo bajamos de nuevo e incorporamos las patatas, si el líquido no las cubre ponerle un poco más de caldo.

 

Salamos al gusto y dejamos cocer despacito hasta que las patatas estén en su punto, procurar no moverlas con tenedores o cucharas para que no se rompan, en su lugar agitar suavemente la sartén o cazuela para que vaya espesando el caldo.

 

Apagar el fuego y añadir las almejas, tapar y dejar reposar unos minutos, con el calor residual se harán sin quedar secas, emplatar y espolvorear por encima el resto del perejil picado.

 

 

 

Si no tenéis almejas o chirlas, o simplemente no os gustan, estas patatas admiten prácticamente cualquier cosa, como espárragos trigueros, unos taquitos de jamón, un poco de chorizo, unas gambas, gulas o palitos de surimi, unos huevos estrellados etc...., con cualquiera de estas opciones estarán buenísimas y podéis adaptarlas a vuestros gustos y presupuestos.

Buen provecho.