Bundtlettes triple limón

Estos pastelillos son un bomba de puro sabor a limón, integrándolo a la receta en tres texturas diferentes, la ralladura incorporada a la masa, un almibar para que el bizcocho quede extra jugoso, y un crujiente glaseado para darle el toque final.

Son un delicioso y dulce detalle para todos los padres y los que celebran su santo, a los que queremos hacer un regalito en su día, pero en realidad es una excusa para que todos en casa podamos disfrutarlos jajaja, porque una vez que los pruebas cualquier oportunidad es buena para hacerlos de nuevo.

 

Ingredientes para 12 bundtlettes de 50ml:

Para la masa:

2 huevos

Ralladura de 2 limones

110g de harina (para celiacos de arroz, almendra o coco)

1 cdta. de levadura química

1 cdta. de canela

50g de mesura ó 140g de azúcar 

50g de yogur o nata

35g de mantequilla

 

Para el almíbar:

Zumo de 1 limón

1 cda. de azúcar glas

 

Para el glaseado:

2 cdas. de zumo de limón

5 cdas. colmadas de azúcar glass

 

Preparación:

 

Lo bueno de estos bizcochitos es que se hacen rápidamente y con ingredientes sencillos que todos tenemos a mano, si no tienes azúcar glass puedes usar la normal, pero mejor tritúrala, sobre todo para que el glaseado quede bien.

Lavar a fondo los limones frotándolos con un cepillo y rallar la piel, con cuidado de no incluir la parte blanca.

En un bol poner la ralladura, los huevos y el azúcar, mezclar con las varillas de la batidora hasta que los huevos blanqueen.

Añadir el yogur, la harina con la levadura tamizándola con un colador, así evitamos que queden bolitas de harina en la masa, la mantequilla derretida y la canela, volvemos a batir con las varillas hasta que todo quede integrado, untar el molde con un poco de mantequilla o aceite y rellenarlos.

 

 

 

Golpear suavemente contra la encimera para eliminar las burbujas de aire, precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo y hornear entre 10 y 15 minutos, ya sabéis hacer la prueba del palillo para asegurar que están hechos, si sale manchado dejarlos en el horno un poquito más.

 

Sacar del horno y colocar el molde sobre una rejilla, mientras preparar el almíbar mezclando el zumo de limón y el azúcar glass completamente, sin desmoldar pinchar los bundtlettes con un palillo para que al bañarlos con el almíbar penetre mejor, dejar reposar unos minutos y cuando hayan absorbido todo el líquido, desmoldar sobre la rejilla para que se enfríen totalmente.

Para el glaseado solo hay que batir a mano enérgicamente el limón con el azúcar, hasta conseguir una mezcla consistente, si queda demasiado líquido añadir más azúcar, y si queda muy espeso un poquito de limón.

 

Para hacerlos un poco más ligeros he sustituido la nata por yogur, y el azúcar de la masa por Mesura, pero también se puede utilizar cualquier otro edulcorante de vuestra elección.

Verter el glaseado por encima de los pastelillos y esperar a que seque y endurezca un poco.

Guardados en una lata bien envueltos en papel de hornear o de cocina aguantan prácticamente una semana, aunque la verdad es que no creo que lleguéis a comprobarlo porque seguro no os durarán tanto.

Felicidades a todos y que disfrutéis de un maravilloso día.

 

Buen provecho.