Cocinar a la brasa es la forma más primitiva y básica de
preparar alimentos, es en realidad el origen de lo que hoy llamamos
gastronomía, seguramente por eso nos sigue gustando utilizar el fuego para
comer en ocasiones especiales, la parrilla, plancha o el horno son lo
más parecido a cocinar en una barbacoa, con algunas diferencias claro,
pero para los que no tenemos una en casa es un buen sustituto.
Es un método sano de comer, que nos permite preparar los alimentos haciendo que su sabor sea el auténtico protagonista, sin otras distracciones, solo con unas gotas de aceite y sal, pero para conseguirlo además de la calidad de los ingredientes también es muy importante la del utensilio que escojamos, y para hacerlo acertadamente hay algunas cosas que viene bien saber.
Tenemos varias opciones y cada una de ellas tiene pros y contras, son las siguientes:
- Parrilla estriada o plancha grill: al estar acanaladas evitan que las verduras y carnes estén en contacto con el líquido que sueltan, de manera que evitan que cuezan en lugar de asarse.
- Plancha lisa: sin estrías, las verduras y carnes estarán en contacto son sus propios jugos, lo que hará que sobre todo las verduras nos queden blandas y nada crujientes, más adecuadas para pescados que suelen pegarse más y son más complicados de manipular sin romperse.
- Plancha o grill eléctricos: un regalo muy socorrido que no siempre cumple con las expectativas, para que sea eficiente debe tener suficiente potencia para que alcance una buena temperatura y la mantenga estable durante su uso, si tiene poca o fluctuante no alcanzaremos el punto óptimo de asado y los alimentos quedarán cocidos.
- Sartén antiadherente: a falta de parrilla también puede ser una buena solución, pero interesa que no sea muy honda o los líquidos no se evaporarán y quedarán concentrados en el fondo, haciendo también en este caso que los alimentos queden más cocidos que asados.
- Horno:
en realidad es lo más parecido a una barbacoa que tenemos en casa, pero
dado que tarda más, que consume más energía y limpiarlo es más
engorroso, en mi opinión no compensa.
Dejando el horno aparte, en todos los casos es importante que tengan una buena capa antiadherente, eso hará que necesitemos usar muy poco aceite, los alimentos se peguen menos y sea más fácil su limpieza, aunque esto último depende de que lo hagamos o no correctamente, para ello debemos dejar que se enfríen del todo antes de limpiarlas, si están muy sucias es bueno dejarlas un rato en remojo con detergente y utilizar un estropajo que no raye, si es una esponja mejor, también se puede usar el lavavajillas teniendo la precaución de que no haya nada que pueda arañarlas durante el lavado, aunque eso puede acortar su vida útil.
Las mas recomendables por su durabilidad y prestaciones son las de hierro y aluminio fundido, porque son los materiales que mejor recogen, transmiten y retienen el calor y no se deforman, pueden usarse en cocinas de gas, vitrocerámicas e inducción, las de hierro suelen estar esmaltadas y las de aluminio recubiertas de antiadherente como teflón o similar, ambas cosas funcionan bien y hay que cuidarlas más o menos igual, la diferencia mayor es el peso, las de aluminio pesan menos y por eso son más manejables.
No utilizar utensilios de cocina que no sean de silicona, plástico resistente al calor o madera, y por supuesto no pinchar ni cortar los alimentos mientras estén en la parrilla, para no dañarla.
Cuando se usan por primera vez hay que lavarlas con agua y jabón suave y secarlas muy bien, después untamos todo el interior con aceite vegetal y calentamos a baja temperatura, esperamos unos minutos y retiramos del fuego, limpiamos el exceso de aceite y ya podemos estrenarlas, este mismo procedimiento es recomendable después de cada uso antes de guardarlas, también es importante no apilar nada encima, y en caso de hacerlo protegerlas con papel de horno, más barato que esos protectores ahora tan de moda e igual de útil.
En el caso de las esmaltadas poco a poco se irá formando una pátina oscura en el interior que debemos conservar, no es suciedad si no un antiadherente natural que las protege, facilita que la comida no se pegue y que la cantidad de aceite necesaria se reduzca aún más.
Para que sean más eficientes no hay que sobrecalentarlas, el tamaño del fuego debe ser lo más parecido al tamaño de la parrilla, de manera que se caliente el fondo pero no los laterales, lo más adecuado es empezar con fuego medio y esperar hasta que alcance la temperatura necesaria, una vez caliente ya podemos poner el aceite (unas gotas bien extendidas con una brocha es suficiente), antes no o se quemará.
Los alimentos deben estar a temperatura ambiente y secos, si es necesario retiraremos el exceso de humedad con papel de cocina, ponerlos en la plancha y dejarlos sobre el mismo lado hasta que se sellen y luego darles la vuelta, eso ayuda a que no se peguen y quedarán más jugosos, en concreto con las carnes una vez selladas por ambas caras se debe bajar un poco el fuego para que se hagan más lentamente por dentro, así quedarán con una costra dorada y crujiente por fuera y tiernas y jugosas en el interior.
Pues eso es todo, espero que este "testamento" os sea útil, debo agradecer al librito de instrucciones de mi flamante parrilla de hierro nueva, la mayor parte de esta información, y de paso por si os ayuda a elegir os comento que estoy encantada con ella, la mía es estriada y funciona de maravilla.
Muy buena explicación Cristina! Yo tengo la eléctrica, pero es sólo para el hacer tostadas. Para el día a día ceno mucha plancha y quiero hacerme con un buen grill como el tuyo. Besos y feliz finde!!
ResponderEliminarGracias Marián, desde luego te la recomiendo porque es fantástica, parecen un poco caras pero merecen la pena, hacen unas parrilladas estupendas.
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Muy buena explicacion lo tendre en cuenta besitos
ResponderEliminarGracias Inma, si en algún momento te sirve como orientación me alegro mucho, en estas cosas saber elegir es importante.
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Muy buena explicación, yo tengo la lisa sin estrías y estoy contentísima con ella.
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Para mi es que una buena parrilla es casi imprescindible en la cocina, lisa o no es igual, la cuestión es que consigas hacer bien con ella lo que quieras.
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Hola, muchas gracias por los consejos, yo tengo una lisa, de momento. A ver si compro una estriada. Besos.
ResponderEliminarHola Silvia, justo al contrario que tu, a mí me falta la lisa, en cuanto haga un hueco en la cocina caerá seguro jajaja.
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