Aunque San Valentín no es una fecha que celebremos especialmente, somos más de sorpresas inesperadas que de obligaciones un solo día al año, si que solemos tener algún detalle, y como mi chico es un loco del chocolate se que estos bundtlettes le van a encantar.
Tod@s conocéis los bundt cakes, esos bizcochos en forma de corona con un agujero en medio, pues los bundtlettes no son más que la versión mini de esos mismos bizcochos, por lo que pueden usarse las mismas recetas, solo variará el horneado que en este formato será más corto, por eso me gustan más, cuanto menos tardemos más tiempo, y sobre todo más energía ahorraremos y además quedan muy "cuquis", que para hacer un regalito también es importante.
Ingredientes para 12 bundtlettes de 50 ml:
130g de harina (para celiacos de arroz, almendra o coco)
30g de maizena
1 cdta y 1/2 de postre, de levadura química
30g de cacao negro 70% en polvo sin azúcar añadido
50g de nata o yogur
30ml de café
125g de mantequilla
100g de azúcar ó 150g de eritritol
2 huevos
1 cdta. de vainilla
1 pizca de sal
1 tableta 170g chocolate negro 82% cacao, sin gluten y 0% azúcar añadido
Azúcar dorada para adornar
Preparación:
Sacar la mantequilla con antelación de la nevera para usarla a temperatura ambiente, y precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo mientras preparamos la masa.
En un bol mezclar la harina tamizada con la maizena, la levadura química y la pizca de sal, agregar los huevos y batir con las varillas, en otro bol o tazón grande batir con las mismas varillas, no es necesario lavarlas, la mantequilla a temperatura ambiente con el yogur y el azúcar, añadir el cacao en polvo, el café y la vainilla, por último incorporar una masa a la otra batiendo nuevamente con las varillas hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
Untar con mantequilla y enharinar los moldes para dejarlos listos, poner en una manga pastelera la elaboración anterior y rellenar los moldes, dar unos golpecitos en la encimera para evitar en lo posible que queden burbujas de aire e introducir en el horno, posición media, durante 10 ó 15 minutos, como siempre tener en cuenta que cada horno es diferente, de ahí que los tiempos no sean exactos, los bizcochos estarán listos cuando al pincharlos con un palillo este salga limpio.
Dejar que se templen un poco dentro del molde antes de sacarlos, así no nos quemaremos, y colocarlos en una rejilla para que se enfríen completamente, poner la rejilla sobre una bandeja que recoja el chocolate sobrante cuando los bañemos con la cobertura.
Para la cobertura reservamos un tercio del chocolate (unos 56g) y fundimos el resto en el
microondas a golpes de 30 segundos para vigilar que no se queme, en un
horno de 900w necesité 3 golpes, sacarlo y mezclar con una cuchara por
si queda algún trocito entero. Para que quede crujiente y brillante hay
que atemperarlo, la forma más fácil es añadirle ese chocolate reservado
para que se derrita con el calor residual del que ya tenemos fundido,
así atemperamos rápido y lo más limpiamente posible.
Con la ayuda de una manga pastelera o una cuchara verter la cobertura sobre los bundtlettes en la cantidad que prefiráis, dependiendo de que se quieran cubrir totalmente o no, yo en esta ocasión no quería bañarlos en su totalidad, me apetecía que se viera el bizcocho porque me parece que así quedan más bonitos, pero eso es a gusto del consumidor.
Esperar unos minutos y antes de que se endurezca del todo para que quede bien pegado, adornar con el azúcar dorada, con almendra picada, confetti de colores o lo que tengáis a mano, y ahora sí, dejarlos tranquilos hasta que la cobertura se vea brillante, crujiente y fría.
Seguramente os durarán muy poco, pero por si acaso que sepáis que en un recipiente hermético duran una semana dentro del frigorífico, fuera de la nevera endurecen antes.
Comer sano: he sustituido la nata por yogur, el azúcar por eritritol y tanto el cacao en polvo como el chocolate no llevan azúcar añadido, así que aunque tienen mantequilla son bastante más sanos y ligeros que la receta original.
Como curiosidad estos moldes con agujero central para bundt cakes se inventaron alrededor de 1950 por la empresa Nordic Ware, fundada solo unos años antes, y desde entonces sigue fabricándolos con gran éxito, no creo que nadie a quien le guste la repostería no los conozca, hoy en día los hay en multitud de tamaños y diseños, de esa marca y de otras.
Decir que están ricos se queda corto, así que si decidís hacerlos espero de corazón que a vuestra pareja le parezcan deliciosos y os lo agradezca con mucho, mucho amor.
Feliz San Valentín.
Estos moldes los tengo y quedan muy cuquis cuando quieres hacer postres 'mini'.
ResponderEliminarHas elegidos dos ingredientes que me encantan; chocolate y café. A mí me ha enamorado tu propuesta.
Feliz día,
Sil
Gracias, es que el chocolate y el café son la pareja ideal, el uno potencia el sabor del otro.
EliminarDe lo que se trata en San Valentín es de enamorarse, así que hacerlo de estos bizcochitos no es una mala opción jajaja, me alegra que te hayan gustado.
Que pases un feliz día tu también, besos
Me encanta tu receta por esos moldes tan chulis y porque esos pastelitos con esos ingredientes tienen que ser una delicia, vamos que enamoran seguro. Besinos wapa
ResponderEliminarGracias Fely, los moldes son de lo más normalito, imagínate que son de los chinos jajaja, pero los bizcochitos si son deliciosos, pruébalos que te van a encantar.
EliminarBesos
Gracias, seguro que te van a gustar, el chocolate y el café son una pareja de lujo.
ResponderEliminarFeliz San Valentín, besos
Yo también tengo esos molde tan chulo quedan muy bonitos y con el chocolate y café ya ni te digo, que ricos!!
ResponderEliminarMe llevo uno para celebrar este día contigo.
Besos
Hola guapísima, ricos no son un pecado jajaja, puedes llevarte todos los que quieras que para eso están, perdona por no contestarte ayer, pero ando preparando una mudanza y estoy liadísima, Feliz San Valentín con retraso.
EliminarBesos
Cristina yo reconozco que este molde no lo conocí hasta que me hice blogger, además como estoy reñida, por motivos personales, con la repostería, cuando me da el subidón, echo mano de mi molde corona de toda la vida, y me hago un bizcocho, para darme el gusto, jajaja..., pero reconozco que la comida por la vista entra, y si me pones por delante estos mini bizcochitos, se llamen como se llamen, te advierto que uno no sería suficiente, jajaja...
ResponderEliminarBesos
Ay Concha si yo te contara!! jajaja, la repostería y yo tampoco es que seamos exactamente buenas amigas, pero de vez en cuando hay que probar cositas ricas, estos "se llamen como se llamen" están de muerte lenta niña, eso te lo aseguro, la próxima vez que te de antojo hazte la receta con el molde grande, que te va a quedar de lujo.
EliminarPero ten cuidado, que en ese caso comerse uno entero si que será un problema jajaja
Besos
Una propuesta deliciosa y además vistosa. Me anoto la receta para triunfar en la próxima comida en casa :D
ResponderEliminarGracias, creo que os van a gustar mucho porque están realmente ricos, espero que triunfes de verdad y me lo cuentes.
EliminarBesos
Esos ingredientes casan a la perfección y en tamaño mini me encantan , así no nos pasamos en la cantidad, bueno siempre podemos repetir ja ja , pero una controla mejor.
ResponderEliminarMe gustan mucho Cristina.
Un abrazo.
Gracias Bego, lo de controlar no lo veo yo tan claro jajaja, pero bueno siempre podemos intentarlo aunque nos cueste, me alegro de que te hayan gustado.
EliminarBesos
Querida Cristina, un regalito así para sorprender, enamora. Seguro que lo habrá disfrutado y habrá sabido recompensarte, jjj. Mil besos!!
ResponderEliminarHola Elisa, pues sí, sin entrar en intimidades jajaja, te diré que mi chico acertó poniendo de su parte una botella de Moët Chandom, que es el acompañamiento perfecto para cualquier postre, bueno en mi caso para acompañar cualquier cosa porque soy muy cava/champanera, así que fué todo un lujazo de celebración.
EliminarBesos