También si llegan a vuestras manos pucheros de barro antiguos no penséis en usarlos solo como decoración, seguir estos mismos pasos y darles una segunda oportunidad reciclándolos, no os arrepentiréis.
Hace un año me autoregalé un precioso puchero y desde entonces tengo pendiente publicar este post, llamándose como se llama esta página casi era obligado que tuviera uno y me dí el gusto, el caso es que tuve que investigar como curarlo y la verdad es que es muy fácil, así que os lo cuento por si en algún momento os da por compraros uno también.
Son estupendos para cocinar, sobre todo guisos de legumbres y estofados de todo tipo, de esos que se han hecho toda la vida al chup-chup, lentamente y con fuego suave.
Se pueden usar en cocinas de gas, vitrocerámica, inducción y en todo tipo de hornos, incluido el microondas, se pueden meter al lavavajillas y al congelador, osea que no están reñidos con los métodos modernos, solo hay que ser un poco cuidadosos, por ejemplo para usarlos en la vitro hay que empezar con una temperatura baja, no más del 2 ó 3, e ir subiéndola progresivamente para que se caliente poco a poco, empezar con una muy alta podría hacer que se agrietara porque son muy sensibles a los cambios de temperatura, por eso tampoco es recomendable lavarlos inmediatamente, hay que esperar a que se enfríen, ni ponerlos directamente sobre una superficie fría después de haber estado al fuego, pero son pequeños inconvenientes fáciles de evitar y que no deslucen su buen rendimiento en la cocina.
Y ya sin más rodeos vamos a los pasos necesarios para "curar" nuestros pucheros y ollas de barro:
- Sumergirlos totalmente en agua durante al menos 8 horas, veremos que al poco tiempo empezarán a salir burbujas, eso es normal y significa que los poros se están llenando de agua.
- Pasado ese tiempo lo sacamos y secamos bien con un paño limpio o papel de cocina.
- Frotamos con un ajo toda la zona exterior que no esté vidriada, el ajo ayuda a cerrar los poros mucho mejor sin que le de ningún tipo de sabor al barro.
- Lo dejamos secar todo lo posible sobre un paño limpio antes de utilizarlo por primera vez, si no lo hiciéramos al ponerlo al fuego saldría humo y podríamos creer que el cacharro está mal o no hemos seguido bien los pasos, nada de eso, solo sería consecuencia de que los poros aún están llenos de agua.
- Por último para quitarle el sabor a barro que podría transmitir a nuestros guisos la primeras veces que lo usemos, solo hay que ponerlo a cocer con un par de patatas troceadas cubiertas de agua, cuando estén cocidas lo retiramos del fuego, lo vaciamos y secamos y ya estará listo, si durante la cocción se llena por fuera de gotitas de agua también es normal, está acabando de expulsar la humedad que aún tiene dentro.
A partir de este momento no hay que preocuparse más y podéis utilizarla como cualquier olla normal, todos estos pasos hay que hacerlos no solo con las ollas si no también con las tapas.
Si tenéis la suerte de heredar algún cacharro de barro de vuestras madres o abuelas y hace muchíiisimo tiempo que no se usa, es recomendable volver a curarlo nuevamente.
¡¡A disfrutar de vuestros pucheros!!
Mi aporte de este mes para 1+/- 100, desperdicio 0 de Marisa G. de Thermofan será este, no es una receta pero en el reciclaje caben muchas otras opciones, como esta que espero os resulte interesante.
Recopilatorio 1 +/-100, desperdicio 0 |
Mi querida Cristina. Como siempre, un placer aprender de ti. Una entrada muy útil e interesante.
ResponderEliminarYo misma, sólo utilizo barro en el horno para hacer nuestro tradicional arroz que con cazuela de barro, queda mucho mejor, con diferencia.
Te has hecho un regalo maravilloso y, como bien dices, no podía ser de otra forma. Después ese regalo se viene directamente a 1+/-100 cargado de generosidad y buen hacer.
Gracias bonita.💗
Gracias Marisa, tenía muchas ganas de tener un buen puchero de barro y por fin me decidí, de hecho ha salido en algunas recetas antes de publicar esto jajaja, no tenía ni idea de como tratarlo y por eso supuse que a mucha gente le pasaría lo mismo, de ahí este post.
EliminarMe hubiera encantado ser de las que heredan alguno, pero en mi casa nunca hubo, por suerte si que tengo un precioso almirez de bronce que era de mi abuela y que tengo como un tesoro, aunque aún lo uso de vez en cuando.
Un beso cariño y cuídate mucho.
Hola, pues exatamnete no sabía como se trataba el barro. Así queda todo aclarado. Estupendo que publiques estos post. Siempre aprendiendo. Un beso!!!
ResponderEliminarHola Elisa, me parecía interesante compartirlo por si alguien más estaba tan perdido como yo en este tema, este tipo de cosas siempre vienen bien.
EliminarGracias cariño, un beso.