Alitas morunas

 

Las alitas de pollo fritas, al estilo americano, a la barbacoa etc... son una comida informal que a todos nos gusta, el problema es que todas esas recetas suelen ser muy calóricas, por si alguien se queda con las ganas de hacerlas precisamente por ese motivo, hoy vamos a cocinarlas de una forma muy sabrosa y mucho más ligera.

Vamos a transformar un plato de picoteo en uno principal que quedará bien en cualquier menú, con un estilo distinto a lo que solemos asociar con las alitas, pero muy mediterráneo y un poco exótico, la cocina magrebí ¡¡están deliciosas!! 

Segunda receta del menú "Tercer Aniversario" del blog.

 

Ingredientes:

 

1kg de alitas

50ml de aceite de oliva virgen extra

100ml de vino blanco

100ml de caldo de pollo

1 chorro de limón

1 diente de ajo grande picado 

1 cucharada de sal

1/2 cucharada de ras el hanout 

1/2 cucharada de comino molido

1 cucharadita de harissa o una cayena

1/2 cucharadita de pimienta molida 

cuscús precocido o en vasitos

Preparación:

Primero de todo vamos a limpiar bien las alitas, eliminando todos los restos de plumas que puedan tener, si son muy grandes tirando con los dedos saldrán bien, para el resto lo más cómodo y rápido es quemarlas, con la llama de la cocina o con un soplete, luego cortamos por las articulaciones para separar las alitas de los muslitos, quitamos el exceso de piel si lo tienen y las lavamos bajo el grifo, secándolas bien con papel absorbente.

 

Preparamos un marinado mezclando el vino, caldo y aceite con todas las especias y el limón, sumergir las alitas y dejarlas reposar bien tapadas un mínimo de dos horas en la nevera, a mí me gusta prepararlo directamente en el tuper en que voy a guardarlas, y las hago con mucha antelación para tenerlas marinando toda una noche, así al día siguiente las cocino sin  prisas ni agobios, tienen mucho más sabor y quedan más jugosas.

A no ser que estemos en pleno verano, que ya sabemos que al pollo estar fuera de la nevera mucho tiempo haciendo calor no le sienta bien, sacar las alitas un buen rato antes para que no estén demasiado frías, colocarlas en una fuente sin que monten unas sobre otras y verter por encima la mitad del marinado, meterlas en el horno precalentado a unos 200º durante 15 minutos, darles la vuelta y si se ha evaporado el líquido ponerle un poco más, volver al meter al horno otros 15 minutos, si aún no están doradas hornearlas unos minutos más.

 

El tiempo de horno es aproximado porque ya sabéis que de unos a otros el tema de la temperatura puede variar bastante, lo importante es que queden doradas por ambos lados.

 

Para hacerlas a la barbacoa sacarlas del líquido y colocarlas directamente en la parrilla, con una brocha ir embadurnando con el marinado mientras se hacen cada vez que les deis la vuelta, hasta que estén doradas por fuera y bien hechas por dentro, el pollo con hueso tarda algo más en cocinarse bien, por eso es conveniente no tener las brasas o la llama si la barbacoa es de gas, demasiado fuertes, para que se hagan más lentamente y no queden poco hechas.

 

 

En cuanto al cuscús lo mejor es que sigáis las indicaciones de la marca que compréis, ya sea en vasitos o en paquete siempre explican como hay que prepararlo, hacerlo unos minutos antes, los justos para que esté listo cuando salgan las alitas del horno.

 

La harissa, por si alguien no la conoce, es una salsa picante hecha básicamente de pimientos picantes, ajos, cilantro, alcaravea y aceite de oliva, típica de la cocina magrebí (norte de África), especialmente usada en Túnez, se utiliza para acompañar al cuscús principalmente pero también para las carnes. 

 

Es fácil encontrarla en los supermercados en forma de pasta, en tubos parecidos a los de la pasta de dientes, si no la conseguís podéis sustituirla por una o dos cayenas, aunque es una pena nos disfrutar del sabor característico de esta salsa, si tendréis al menos el puntito picante necesario para esta receta.

Para emplatar poner primero el cuscús y colocar encima las alitas, añadiendo una ensalada tendréis un plato muy equilibrado.

 

Se puede hacer una salsa muy rica para acompañar, escaldar un tomate maduro, pelarlo, chafarlo con un tenedor y ponerlo a cocer a fuego bajo en un cazo junto con la marinada que haya sobrado, si se os queda corta de líquido añadirle un poco de caldo de pollo y un chorrito de vino, dejar que reduzca unos minutos y servir caliente.

 

Comer sano: esta forma de prepararlas es más ligera que las habituales, apenas tiene grasas añadidas y hemos evitado harinas y salsas muy calóricas, lo único que puede suprimirse para aligerarlas aún más es el cuscús, que al fin y al cabo es una pasta y aporta bastantes hidratos de carbono.

Buen provecho.