Tartar del salmón y aguacate

No me gusta el pescado crudo, pero hay ciertas preparaciones que me hacen romper la regla de no comerlo, este tartar es una de ellas, es un plato fresco, sano y muy sabroso que igual te soluciona un aperitivo para una mesa de picoteo, que un entrante estupendo para abrir boca en una comida especial, fácil de hacer y muy apetecible siempre te quedarás con ganas de más.

Tercera receta del menú "Tercer Aniversario" del blog.

 

 

 

Ingredientes:

 

300g de salmón crudo congelado

1/2 cebolleta

1 tomate

1 cucharada de alcaparras

1 aguacate

1/2 cucharadita de estragón seco

1 cucharada de mostaza antigua

3 cucharadas de salsa de soja

2 cucharadas de salsa salsa worcestershire o perrins

2 ó 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra 

1 chorrito de limón

1 chorrito de tabasco

Sal

 

 

Preparación:

 

Para comer el pescado crudo y prevenir el anisakis o lo compramos ya congelado, o lo congelamos en casa al menos durante 2 días, luego procedemos igual en ambos casos: lo descongelamos, lo dejamos escurrir un rato y lo secamos con papel absorbente y ya podemos manipularlo.

 

 

 

Para preparar el tartar empezaremos por picar  la cebolleta muy fina, al igual que el tomate y las alcaparras, ponemos todo en una fuente.

El tomate suele pelarse y despepitarse pero al hacer esto estamos desperdiciando la mayor parte de sus nutrientes y vitaminas, como se pica tan finito realmente no se notan ni las pieles ni las semillas, así que yo lo utilizo entero.

 

Al salmón le quitamos la piel y comprobamos que no tenga espinas, lo cortamos en tiras finas y luego en cuadraditos, mezclamos con la cebolleta y demás y lo aliñamos con la mostaza, el estragón, las salsas, el limón y el aceite, lo tapamos y metemos en la nevera mientras preparamos el aguacate.

 

 

Después de cortar por la mitad y quitar el hueso al aguacate sacamos la carne con ayuda de una cuchara y la picamos también en cuadraditos, si está muy maduro probablemente se deshaga un poco pero no tiene importancia, añadimos el tabasco removemos y probamos por si hay que poner un poco de sal, aunque con la salsa de soja seguramente no será necesario, en este momento ya podemos comerlo pero si no tenemos prisa mejor lo tapamos de nuevo y dejamos macerar en la nevera durante una media hora, así se intensifica el sabor.

 

 

Si se prepara con antelación mantenerlo en el frigorífico hasta poco antes de servirlo, pero el aguacate es mejor incorporarlo a la mezcla en el último momento para que no se oxide.

Cuando lo utilizo como aperitivo queda muy bien poniéndolo en cucharas para comer de un bocado, si es para un entrante lo mejor es usar un aro de emplatar y adornarlo con unos brotes, tomates cherry, un poco de cebollino o lo que tengáis a mano y que le dé un puntito de color, con estas cantidades da para 2 ó 3 personas, dependiendo del tamaño del molde que uses.

 

Comer sano: en esta receta hay poco que se pueda aligerar, las grasas que tiene son sanas y provienen del aguacate y el poco aove del aliño, aunque este último podría eliminarse, solo se me ocurre que si alguien tiene que reducir el consumo de sal opte por no añadir ninguna porque con la salsa de soja es más que suficiente, y si hay que ser más estrictos eliminar la salsa de soja directamente.

 

Buen provecho.