La cebolla confitada y la caramelizada no son lo mismo, aunque muchos crean que si, la diferencia está en el azúcar añadido y en la sal, para confitarla solo necesitamos sal y aceite, para caramelizarla aceite y azúcar, en este caso la sal suele suprimirse y algunos hasta le añaden vino dulce.
A mi me gusta más confitada sin azúcar, incluso con un poco más de sal extra, es menos calórica y además hay que tener en cuenta que la cebolla de por si ya tiene, porque los hidratos de carbono se transforman azúcar al cocinarla, pero es un dulzor más natural y menos intenso y no enmascara el sabor real de la cebolla, dependiendo de en que receta quieras usarla puede que dudes entre una u otra.
Ingredientes:
3 Cebollas grandes
2 cucharada de sal
3 cucharadas de aceite
1 hora a fuego mínimo
6 cucharadas de azúcar (opcional, solo para caramelizar)
Paciencia, ésta no es opcional
Preparación:
El otro día me di cuenta de que, a pesar de haberla incluído en varias recetas publicadas, aún no había compartido como se hace, uno de mis despistes porque estaba convencida de haberlo hecho ya, así que sin más dilación vamos a ello.
Antes de empezar tener en cuenta que la cebolla preparada de esta forma merma muchísimo, si vuestra intención es hacer de más para tener en la nevera, hay que utilizar como mínimo un quilo de cebollas.
Pelar y cortar en juliana, cuanto más fina mejor, se puede hacer a mano pero con una mandolina es más fácil, tardamos menos y nos aseguramos de que todas las tiras de cebolla queden del mismo grosor, lo que ayuda a que se haga toda por igual y no queden algunos trozos más enteros.
En sartén:
Calentar el aceite y antes de que empiece a humear bajar el fuego (medio/bajo), echar la cebolla a la sartén junto con la sal, revolver para que toda la cebolla se impregne con el aceite, tapar y dejar que se vaya haciendo y empiece a sudar.
Y aquí es donde la paciencia como ingrediente cobra su importancia, porque cuando se ablande la cebolla hay que bajar un poco más el fuego, en una vitro que llega a 9, bajar hasta el 3, 4 como máximo, y dejar que se vaya haciendo muy despacito mientras la vigilamos y removemos de tanto en tanto, puede tardar entre 45 minutos y 1 hora aprox., depende de la cantidad y de la clase de las cebollas, no todas tardan lo mismo.
Irá cambiando de color, de blanco a dorado, a tostado y finalmente a muy tostado, aunque aquí cada uno puede parar en el momento en que crea conveniente si no le gusta hacerla tanto, en casa nos gusta muy tostadita y un pelín crujiente, creo que así tiene un sabor más intenso.
En olla lenta:
Esto si que es un trabajo adecuado para la olla lenta, esta cocción le va de maravilla a los confitados aunque en este caso no podemos ponerla y olvidarnos como siempre os digo, hay que vigilar un poquito durante el proceso que durará 8 horas.
Una vez cortadas las cebollas poner en la olla con el aceite y la sal, mezclar bien para que se impregne de aceite, tapar y poner la olla en ALTA, durante las 3 primeras horas puedes dejarla a su aire, en las 3 siguientes hay que remover de vez en cuando, sobre todo en la última cada 20 minutos.
A estas alturas el aceite estará a su máxima temperatura y probablemente estará borboteando, quitar la tapa y poner en temperatura BAJA más o menos 30 minutos para que pierda calor, continuar 1 hora y media de nuevo en ALTA, sin tapa y removiendo más a menudo, sobre todo para separar la cebolla de las paredes de la olla, que son las que más se calientan, cuando esté bien tostada apaga y listo.
Para quién sea novato en esto de las ollas lentas, hay una página donde se aprende un montón y también hay muchas recetas, de ahí por ejemplo es esta receta de cebolla confitada en crockpot, os dejo el enlace crockpotting
Hay un truco para ahorrar tiempo que es añadir bicarbonato, pero hay que tener cuidado porque si se nos va la mano nos cargamos las cebollas, calcula 1g de bicarbonato por cada 500g de cebolla y añade a la sartén después de pochar un par de minutos mezclando bien, más o menos a los 5 minutos empezará a tomar color y 15/20 minutos más tarde ya estará listo, pero esto no se aplica a la olla lenta. Aunque queda mucho mejor haciendo la cebolla sin acelerar el proceso, es cierto que así es más rápido, pero si tienes buen paladar puedes llegar a notar el sabor a bicarbonato, a mi personalmente no me gusta.
Os dejo algunas recetas con cebolla confitada que os pueden gustar:
Buen provecho.
Hola Cristina. Yo suelo hacer la cebolla confitada en su jugo, la prefiero a la caramelizada, pues es demasiado dulce para mi. La preparo en sartén, tapada a fuego mínimo, tarda por lo menos una hora en cambiar de color y hacerse a mi gusto, pero no tengo olla lenta y tampoco es que la cocine a menudo. El truco del bicarbonato no lo conocía, lo probaré por si me gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lola, para mi también es demasiado dulce y no me acaba de gustar, por eso la hago como tu, sin azúcar añadida y con un poquito más de sal, así queda perfecta para mi.
EliminarEl truco del bicarbonato funciona si no te molesta el sabor, hay quien no lo nota así que es cuestión de probarlo.
Besos
Hola, Cristina: muy bueno el tutorial para hacer cebolla confitada versus caramelizada. Así es como la suelo hacer, en mi caso la hago en sartén en el fuego más pequeño que tiene mi cocina y, además, al mínimo. También la suelo cubrir con una tapadera. Hace mucho tiempo que no hago cebolla caramelizada, pero cuando la hacía en vez de azúcar le ponía una cucharadita de miel.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Gloria, no pretendía hacer un tutorial pero al final si que lo parece jajaja, solo quería diferenciar bien la una de la otra, porque he visto muchas recetas donde las confunden, luego elegir es cuestión de gustos.
EliminarYo también suelo hacerla en la sartén, uso la olla lenta cuando quiero hacer una cantidad grande de verdad, es más cómodo cuando se hace tanta de una vez y queda fantástica.
Besos
Cristina en tu receta no faltan detalles Es muy interesante para acompañar bocadillos. Particularmente prefiero no agregarle mucha sal (sirve para que largue líquido y no se queme rápido). Pero si estamos atentas revolviendo y a fuego bajo llegamos a un buen resultado.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Norma, en los bocadillos y en las hamburguesas acompaña de maravilla, el sabor no tiene nada que ver con la cebolla simplemente pochada o a la plancha.
EliminarEs cierto que es entretenido y hay que estar pendiente, pero para mi merece la pena porque en casa nos gusta mucho.
Besos
Hola, Cris.
ResponderEliminarMe gusta la cebolla en cualquier forma, aunque igual que tú, la prefiero sin azúcar, además de ser menos calórica, es más fácil conseguir un sabor equilibrado.
Tus explicaciones son muy buenas, así que más de uno se alegrará de tenerlas, porque para muchos, cosas tan básicas, pueden llegar a ser muy útiles.
Besos y feliz semana.
Hola Concha, en casa cebolla y cebolletas nunca faltan, cocinadas o crudas nos gustan un montón, pero como a ti demasiado dulces no son tan de nuestro gusto.
EliminarEspero que si, que a quién no las haya preparado nunca la receta le resulte útil, tampoco es complicado pero la primera vez siempre viene bien tener claros los pasos, aquí lo más importante es tener paciencia.
Besos
Te ha quedado perfecta, tiene una pinta deliciosa, y ese colorcito que entra por la vista. Me gusta mucho, un beso.
ResponderEliminarGracias Silvia, ese colorcito y el olor tan rico que tiene, aunque eso por desgracia no se puede apreciar aquí jajaja
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Besos
A mí también me gusta más confitada sin azúcar, como bien dices, la cebolla ya tiene sus azúcares y queda perfecta sin necesidad de añadir más. Es ideal para acompañar infinidad de platos. Bss guapa y feliz finde!
ResponderEliminarHola Marian, además es que demasiado dulce a mi no me gusta tanto, yo la prefiero más bien tirando a saladita.
EliminarBesos
¡Hola! Qué buena receta, gracias por compartirla. El plato es precioso. Un abrazo ❤️
ResponderEliminarGracias Carolina, que bien que te haya gustado, sobre todo la fuente que es de mis preferidas, tiene un montón de años pero todavía sobrevive jajaja.
EliminarBesos
Qué bien te ha quedado! Y la fuente es monísima. Para un montón de ricos platos...besos
ResponderEliminarHola Olga, si que esta vez quedó en su punto, doradita y muy rica, que otras veces dependiendo de la cebolla queda más marrón y está más fea.
EliminarLa fuente ya es viejita pero me encanta, queda muy resultona en las fotos.
Besos
Solo hay que verla para adivinar que esta cebolla está en su punto y muy sabrosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Lolines, no siempre queda igual de bonita, por eso aproveché esta vez para hacer las fotos, porque quedó muy bien.
EliminarBesos