En plena temporada de castañas es el momento de aprovechar para disfrutar de ellas de todas las maneras posibles, simplemente asadas, si es con carbón o leña mejor que mejor, ya son un manjar que a muchos nos recuerdan los puestos de castañeras de nuestra infancia, ahora ya casi no se ve ninguno, una pena.
Pero mirando más allá de esos inolvidables cucuruchos callejeros de castañas asadas, hay todo un mundo de recetas donde destacan por derecho propio, y no solo como complemento si no como protagonistas, como en esta tarta mousse tan apetecible, que bien puede ser el postre sorpresa de estas Navidades.
Ingredientes para un molde de 20/22 cm:
Base de la tarta:
150g de galletas sin azúcar y sin gluten
60g de mantequilla o margarina
1 cucharadita de canela en polvo
Mousse de castañas:
350g de castañas
200g de nata para montar
7g de gelatina en polvo
200ml de agua
1 chorrito de licor de castañas
50g de xilitol
50g de eritritol
1 pizca de sal
1 rama de canela
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharada de vainilla
Cacao en polvo natural sin azúcar
Preparación:
La primera versión que probé era muy sosa y sin gracia, todo hay que
decirlo, pero a la segunda con algunos cambios mejoró muchísimo, y ahora
sí estaba a la altura de cualquier tarta casera hecha con cariño, con
mucho sabor y muy rica, está inspirada muy libremente en una receta de "el invitado de invierno", al que agradezco sus ideas, sobre todo a la hora de decorarla.
Motivos por los que quedó sosa a mi entender: utilicé castañas ya peladas y cocidas que vende envasadas un famoso supermercado, aparte de que el aspecto no es muy atractivo es que literalmente no saben a nada, por eso no aconsejo usarlas aunque resulte muy cómodo, mejor usarlas frescas, y si no es época pilongas y rehidratarlas; la receta no llevaba apenas azúcar ni edulcorante, es cierto que las castañas tiran a dulces, pero no tanto como para no necesitarla, tampoco tenía nada que le diera algo más de sabor y aroma, por eso decidí ponerle un poco de canela, vainilla y un chorrito de licor.
Para preparar la base de la tarta tritura las galletas y pon
la mantequilla derretida y una cucharadita de canela molida, mezcla bien y cubre la base del molde, al que
habrás puesto previamente un papel de hornear en el fondo, para que quede bien
compacto presiona con un vaso, mételo en la nevera para que se endurezca
mientras preparas el relleno.
Haz un corte en la parte curva de las castañas y mete en pequeñas tandas entre 2 y 3 minutos en el micro a máxima potencia, el tiempo dependerá de la potencia de tu horno y el tamaño de las castañas, cuidado al pelarlas porque
quemarán, hay que hacerlo estando aún calientes para que la piel salga
fácilmente.
Pon 200ml de agua con el azúcar, una pizca de sal y el palo de canela a fuego alto, cuando rompa a hervir baja el fuego y añade las castañas, remueve con una cuchara para que se impregnen del almíbar por todos lados y deja que se cocinen tapadas hasta que estén blandas, si se van quedando secas pon un chorrito más de agua.
Para tardar menos se pueden cocer en el micro a máxima potencia, en un cuenco cubiertas de agua y con la tapa para microondas, una vez cocidas saca del agua y reserva, mide el agua de cocción y quédate con 200ml, añade la sal, azúcar y canela y vuelve a meter al micro 1 minuto a máxima potencia, saca y remueve, si aún quedan granos de azúcar mete al horno 30 segundos más, introduce las castañas en el almíbar, revuelve bien y deja que reposen unos minutos.
Tritura las castañas con los 200ml de agua y el chorrito de licor hasta obtener un puré suave no demasiado espeso, añade un poco más de agua si fuera necesario, reservar.
Ahora calienta en un cazo a fuego suave 50g de nata y añade la gelatina hidratada en 3 cucharadas de agua fría, una cucharada de vainilla y la crema de castañas, revuelve con espátula hasta que todo esté bien integrado y deja que se enfríe un poco.
Semimonta el resto de la nata, que esté cremosa pero no dura, y mezcla con la crema de castañas con una espátula y movimientos suaves y envolventes hasta homogeneizar, reserva un poco de esta mezcla para adornar la tarta y vierte el resto de la mousse dentro del molde con la base de galletas, da unos golpecitos sobre la encimera para evitar burbujas de aire y alisa con una espátula, para poder desmoldar después sin problemas forra los laterales del molde con papel de hornear o una tira de acetato.
Mete en la nevera y a los 30 minutos, que ya habrá endurecido un poquito, sácala y adorna a tu gusto con la crema reservada y una manga pastelera, devuelve al frigo como mínimo un par de horas para que tome consistencia, antes de servir espolvorear toda la superficie de la tarta con cacao en polvo, ya sé que parece un contrasentido, pero la tarta era para una cena con amigos y quería que quedara un poco más bonita, por eso le puse unas bolitas de azúcar muy monas, y así aprovechaba también para quedaran mejor las fotos, no me regañéis 😄
Si no tienes problemas de azúcar hay cremas de castañas dulces que se
venden ya preparadas, con lo que se ahorra trabajo, si las usas tendrás
que recortar o anular por completo el azúcar que lleva la tarta.
Si no encuentra el licor de castañas y no te animas a hacerlo, se puede sustituir por un chorrito de licor de avellana o de coñac.
Si eres muy golos@ puede que las cantidades de edulcorante o de azúcar (son las mismas) que yo uso no sean suficiente para ti, prueba y añade más si lo crees conveniente.
Si finalmente compras castañas ya cocidas y peladas, no es necesario que las cocines de nuevo, incorpóralas directamente al almíbar cuando ya esté hecho pero aún caliente.
Buen provecho.
Como buena parte de la preparación se hace con el microondas llevaré la receta al proyecto "En buena onda", dedicado por completo a este electrodoméstico, donde mis amigas Elisa y Marisa tienen ya a sus espaldas una enorme lista de recetas y trucos con micro para que aprendamos a utilizarlo mejor, no dejes de pasarte a verlas.







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