Pescados, carnes e incluso verduras asadas ganarán muchos puntos si los potenciamos con el sabor de esta deliciosa salsa, que además he aligerado cambiando la nata por patata, en resumen ¡¡¡que está de chuparse los dedos!!!
Ingredientes para 4 personas:
8 pimientos del piquillo en conserva
1/2 cebolla
1/2 puerro
1 diente de ajo
1 patata pequeña
1/2 chile ó 1 cayena (opcional)
Pimienta molida
1 ramita de perejil
Sal
50ml de vino blanco
150ml de agua, caldo de verdura o pastilla de caldo (para celiacos agua o caldo casero)
Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Champiñojes rellenos de gambas y espinacas
Una versión más simple de esta salsa, que por cierto es a la que pertenecen las fotos, puede hacerse empleando solo los pimientos, patata, cebolla, ajo y agua, pero después de probarla me resultó demasiado insulsa, así que la enriquecí con unos pocos ingredientes más, el resultado mejoró tanto que a partir de ese momento siempre utilizo esta receta y es la que os recomiendo, además me sirvió para aprovechar medio puerro que ya estaba bastante "decaído" y un resto de caldo de verduras que había preparado para un puré, así que maté dos pájaros de un tiro.
Empezamos lavando y picando cebolla, puerro, patata y ajo, sacamos los pimientos del bote de conservas y los escurrimos un poco, troceamos y reservamos.
En una olla ponemos aove a fuego medio-bajo para que cebolla y puerro se estofen lentamente sin quemarse, cuando hayan ablandado añadimos el ajo, el chile y la patata, rehogamos todo durante unos minutos y echamos los pimientos troceados, mezclamos y regamos con el caldo, el vino y salpimentamos, dejamos reducir un poco, máximo durante unos 10 minutos aún a fuego suave.
Volcamos la salsa en el vaso de la batidora, si tiene mucho líquido quitar un poco y reservarlo, trituramos hasta obtener un puré y si ha quedado demasiado espeso ir añadiendo el caldo que reservamos antes poco a poco, hasta obtener la textura que más nos guste, lo ideal es que quede como un puré fino, la probamos por si queremos añadir sal o pimienta y la ponemos en la salsera, adornamos con un poco de perejil picado y servimos.
Recordar para que no resulte demasiado picante hay que quitarle las semillas a la guindilla.
Truco sano: Muchas salsas llevan nata para darle más cremosidad y espesor, pero para aligerarla da muy buen resultado utilizar en su lugar patata o fécula de patata, personalmente prefiero la primera, porque siempre la tenemos a mano y es mucho más económica, y si queréis suavizar la salsa un poco se puede mezclar con un chorrito de leche desnatada, eso cambiará algo el color pero no es importante.
Buen provecho.
Más recetas de aprovechamiento como esta podéis encontrarlas en la página Thermofan de Marisa, dentro del proyecto 1+/- 100, desperdicio 0
Recopilatorio 1 +/-100, desperdicio 0 |
Hola, esta salsa está para comerla a cucharadas, deliciosa y con un color natural espectacular. Un beso!!!
ResponderEliminarHola Elisa, tiene un color precioso que hace que se te vayan los ojos, pero lo más importante es que tal como dices está deliciosa de verdad, merece mucho la pena, un beso.
EliminarQue rica esta salsa y que color mas bonito tiene. besinos
ResponderEliminarGracias Fely, tienes toda la razón, ya verás como la haces más de una vez, besos.
EliminarPues no me había enterado porque no la colgaste en su momento y ando de cabeza. Ni idea tenía sobre la patata como sustituto de la nata. Yo no uso nata, pero me gusta la idea.
ResponderEliminarUna salsa de lujo. Muchas gracias por reciclar conmigo.
Besos y buena semana.
Es que andaba liada y hasta hoy no he tenido un rato tranquilo para poner tu logo y colgar la receta.
EliminarLa patata a mí me da muy buen resultado para aligerar todas las salsas, una cucharada de queso crema light tampoco va mal pero altera un poco más el sabor, en fin que como siempre un placer reciclar contigo y gracias por invitarme a hacerlo, besos.