Albóndigas de merluza y gambas

Estas jugosas y riquísimas albóndigas de merluza os van a encantar, tanto si sois fans del pescado como si no, de hecho son ideales para que se animen a comerlo los que no lo son y además lo disfruten,  una receta sencilla y sabrosa que repetiréis más de una vez.

Para 22 albóndigas:

500g de merluza (puede ser congelada)
8 gambas grandes (pueden ser congeladas)
1 huevo mediano
1 diente de ajo
perejil
pimienta molida
pan rallado
harina
aove
sal

Para la salsa:

gambas (pueden ser congeladas y en la cantidad que queráis)
1/2 cebolla
1 diente de ajo
perejil
azafrán
laurel
pimienta molida
guindilla
1 chorrito de vino blanco
caldo de pescado o pastilla de caldo y agua
1 chorrito de limón
guisantes (pueden ser congelados)

Preparación:

Fumet de pescado

Para esta receta también se puede utilizar cualquier otro pescado que os guste y que sea fresco, pero hay varias cosas a tener en cuenta:

- Para evitar el anisakis, todo el pescado fresco que compremos debemos congelarlo al menos durante 24 horas antes de consumirlo.

- Si usamos pescado fresco hay que asegurarse de que no tenga ninguna espina y le quitaremos también las pieles, que podéis utilizar para hacer un buen caldo de pescado.

-  Por todo lo anterior creo que es mejor comprar directamente pescado congelado en filetes para hacer esta receta, es más económico y ya viene limpio, si lo comprarais en rodajas aún tendríais que limpiarlo de espinas y pieles.

- Por otro lado estas albóndigas son perfectas para aprovechar restos de pescado que nos hayan sobrado de cualquier otra receta, aún estando cocinado ya podemos reciclarlo de esta manera tan interesante y quedará genial, solo tendréis que modificar las cantidades del resto de ingredientes en relación al peso del pescado que tengáis.

Bueno si os parece vamos al lío, empezamos por trocear la merluza una vez descongelada, pelamos las gambas si son frescas (guardar también las cáscaras y cabezas para hacer caldo) y lavar, pelar y cortar el perejil y un diente de ajo, lo metemos todo en la picadora y trituramos hasta que el aspecto del pescado sea como de migas, no hay que hacer un puré, solo queremos cortarlo en trozos muy pequeños y manejables para dar forma a las albóndigas.

Ponemos esta masa en un bol grande y le añadimos la pimienta molida, sal y un huevo batido y mezclamos bien, ahora vamos poniéndole pan rallado hasta que el huevo ya no se vea y la masa haya ligado y tenga la textura necesaria para poder darle forma sin que se deshaga.

Una vez formadas todas las bolas, las pasamos por harina y las doramos en un chorrito de aceite, no es necesario freirlas mucho porque luego acabarán de cocinarse con la salsa, las reservamos y colocamos en papel absorbente para que suelten el exceso de grasa.

Mientras tanto preparamos la salsa picando la cebolla, el diente de ajo y perejil, lo pochamos todo a fuego medio con un chorrito de aceite y cuando esté listo añadimos las hebras de azafrán para que se tuesten un poco y la guindilla, damos un par de vueltas y regamos con el caldo de pescado y el vino, empezar con 1/2 litro de caldo y luego si hace falta añadís más.

Cuando rompa a hervir agregamos el resto de ingredientes excepto las gambas, y dejamos cocer unos 10 minutos para que reduzca un poco, introducimos en la salsa las albóndigas y las gambas, si creéis que necesitan más salsita ponerle más caldo, y cocinamos durante 5 minutos más, suficiente para que las albóndigas acaben de hacerse y las gambas estén en su punto, sin que ninguna de las dos cosas nos quede seca.

Si no os gusta que se vean los trocitos de cebolla y demás en la salsa, triturarla con la batidora antes de añadir las albóndigas.

Con estas cantidades me salieron 22 albóndigas pero es que a mí me gustan más bien pequeñitas, como medida uso una cuchara sopera no muy grande, puede que a vosotros os salgan menos dependiendo del tamaño.

En cuanto a las gambas la cantidad también depende del tamaño, pero en realidad poner las que queráis que gambas nunca sobran jajaja.

Emplatamos poniendo un fondo de salsa y encima las albóndigas y unas gambas, para adornar una ramita de perejil es más que suficiente, con la buena pinta que tienen no necesitan mucho más.

También quedan estupendas como aperitivo, sirviéndolas en una cazuelita o pinchadas en rebanadas de pan ligeramente mojado con su salsa, podeis darles un golpe de micro antes de servirlas o dejarlas a temperatura ambiente.

Buen provecho.


Esta receta podréis encontrarla también en el proyecto 1+/- 100, desperdicio 0, de la página Thermofan donde hay un montón de recetas de aprovechamiento muy interesantes.

Recopilatorio 1 +/-100, desperdicio 0