Este bocado de alcachofa tiene dos cualidades: es facilísimo de hacer y está rico, rico.
Tanto con alcachofas frescas como en conserva, es un aperitivo o entrante fantástico para abrir boca y compartir con todos los que estén en nuestra mesa, y una guarnición ideal para pescados o carnes a la plancha.
Ingredientes:
1 bote de corazones de alcachofas, o alcachofas frescas
Harina preparada para rebozar sin huevo, o rebozado casero (para celiacos con harina de garbanzo)
Agua
Sal
Limón
Perejil
Aceite de oliva
Rebozado casero para 18-20 piezas:
200g de harina (para celiacos de garbanzo)
1 huevo
Agua o cerveza
1 cucharadita de levadura
Sal
Preparación:
Si son frescas lavarlas y pelarlas hasta dejar el puro corazón de la alcachofa, sin absolutamente ninguna hoja dura y descartar el resto, pero no lo tiréis porque podéis reciclarlo para hacer este caldo de alcachofas depurativo que además os servirá para otras preparaciones.
Cocerlas hasta que estén muy, muy tiernas con sal y un chorrito de limón,al menos 20 minutos, ponerlas a escurrir y reservar.
Si son de bote simplemente ponerlas a escurrir, y a partir de aquí con unas o con otras, la preparación es la misma.
Rebozado casero:
Las cantidades son orientativas pues dependen de la cantidad de alcachofas y del tamaño, hay ciertas cosas que no queda más remedio que calcular un poco a ojo, ya iréis viendo sobre la marcha que necesitáis.
En un bol batimos el huevo con la sal y un chorrito de cerveza o agua, vamos añadiendo la harina tamizada con la levadura poco a poco mientras seguimos batiendo con las varillas, según queramos que quede de espeso el rebozado añadimos más líquido hasta conseguir la textura buscada y que no queden grumos, pero al igual que con la harina preparada, para un rebozado compacto y crujiente debe quedar más bien espeso, dejar reposar 10 minutos para que la levadura actúe.
Rebozado con harina preparada:
Para el rebozado no puedo daros cantidades exactas porque depende del número de buñuelos que vayamos a hacer y de lo espesa que queramos hacer la masa, lo cierto es que para conseguir un rebozado compacto y crujiente tiene que estar más bien espesa.
Lo mejor es seguir las instrucciones en cuanto a proporción harina/agua de la marca que vayáis a usar, ya que todas no son iguales, y probar con una antes de hacer todas las demás, si veis que al ponerla en la sartén la masa gotea mucho y la alcachofa queda a la vista tenéis que añadir más harina a la mezcla, no olvidéis ponerle sal.
Una vez elegido y preparado el rebozado poner abundante aceite en una sartén, cuando esté bien caliente empezamos a freír los buñuelos, no muchos a la vez para que el aceite no pierda temperatura y no se peguen, cuando los veamos dorados por todos lados, los sacamos y colocamos sobre papel absorbente para que pierdan el exceso de aceite.
Servimos acompañados de unas rodajas de limón y perejil.
Estamos en plena temporada de alcachofas, por eso parece una aberración utilizarlas en conserva, pero tiene una explicación: para estos buñuelos es muy importante el tamaño (cuanta más pequeñas mejor), y que estén muy blanditas, y ambas cosas son más complicadas de conseguir si son frescas.
Para que nos quedara un corazón de alcachofa de un tamaño aceptable tendríamos que desechar al menos 3/4 partes de una entera, y cocerlas bastante rato porque para esto no queda bien que estén crujientes ni enteras.
Teniendo en cuenta que para preparar un buen plato necesitaremos un mínimo de 18-20, calcular la cantidad de dinero que tiraríamos a la basura con tanto desperdicio de alcachofa.
Buen provecho.
Hola, nunca he hecho buñielos de alcahofas pero viendo los tuyos me ha entrado ganas de ponerme a ello. Un beso!!!
ResponderEliminarHola Elisa, están muy ricos, tanto que cuando los pruebes vas a repetir, un beso guapa.
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