Crumble de manzana

Hoy os propongo un postre muy fácil de hacer, es una tarta de manzana con un toque original: "el crumble" que significa desmigar o desmenuzar, cosa lógica porque consiste en hacer una masa de harina, mantequilla, canela y azúcar con textura desmigada y crujiente para usarla como topping, una auténtica delicia.

 Ingredientes para 6 - 8 tartitas:

Para el relleno:

1 plancha de hojaldre (precocinado o congelado)

4 manzanas medianas (golden o reineta)

20g de azúcar

50g de mantequilla 

1 cucharadita de canela

Unas gotas de limón.

Unas gotas de extracto de vainilla (opcional)

Para el crumble:

250g de harina

175g de azúcar

70g de mantequilla

1 cucharadita de canela

Preparación:

Ponemos en un bol la mantequilla a temperatura ambiente, si aplastamos con un tenedor y la notamos dura ablandarla unos segundos en el microondas, mezclamos bien con el azúcar y cuando se hayan integrado añadimos la harina y la canela, seguimos mezclando con las manos hasta que consigamos una masa terrosa con aspecto de migas, la ponemos en un papel film y aplastamos un poco formando como una torta, la envolvemos y metemos al frigorífico.

Lavamos y pelamos las manzanas, las descorazonamos y cortamos en trozos pequeños procurando que sean del mismo tamaño para que se hagan por igual en la sartén, donde los vamos a saltear con mantequilla, azúcar, canela y unas gotas de limón hasta que veamos que se han ablandado y están caramelizados, retiramos del fuego y reservamos.

Que os salgan 6 u 8 tartitas dependerá del tamaño de los moldes que uséis, yo he hecho 8 utilizando aros metálicos para emplatar de 8cm de diámetro por 4cm de alto, tamaño más que suficiente para una tarta individual, pero con las cantidades de esta receta se puede hacer también una tarta grande en un molde de 22-24cm.

Extendemos el hojaldre y cortamos con los moldes los círculos que serán la base de las tartas, colocamos en la bandeja sobre un papel de hornear sin sacarlos de los aros y los pinchamos un par de veces con un tenedor para que se mantengan planos al cocer, rellenamos hasta la mitad con la manzana y el resto con el crumble recién sacado de la nevera y desmigado con los dedos.

Horneamos a 200º hasta que las veamos doradas y ya estarán listas, solo hay que dejar que se enfríen un poco antes de comerlas, lo ideal es que estén templadas aunque frías (del tiempo no de la nevera) también están buenísimas.

Emplatamos retirando el molde con cuidado para que no se desmoronen y adornamos con un poco de azúcar glas y unas grosellas, frambuesas o arándanos, también se puede acompañar de una bola de helado de vainilla o un poco de nata montada.

Éxito más que asegurado, hacerlas y luego me contáis cuanto han tardado en devorarlas, en mi caso no me dió tiempo a cronometrar, fué visto y no visto jajaja.

Buen provecho.